Un deterioro inevitable enfrenta desde hace largo tiempo el fuerte San Antonio ubicado en el borde costero de Ancud.
La fortificación que forma parte de la historia del último bastión de la corona hispánica ha sido blanco del paso del tiempo, la falta de conservación y del accionar de vándalos que acechan dicho espacio.
El ataque más reciente afectó a uno de los siete cañones y el acceso a la explanada donde es posible encontrar rastros de pintura en las señaléticas informativas.
Su intervención por parte del Consejo de Monumentos Nacionales sigue al debe mientras esta antigua fortificación continúa deteriorándose.
Según el encargado de la Oficia Municipal de Turismo de Ancud, Nicolás Olave, “no es primera vez que ocurren actos vandálicos en el fuerte San Antonio, por la simple razón de que este es un monumento arqueológico, poder revertir estos daños es sumamente complicado, es un proceso burocrático muy largo”.
En mayo de 2021 otro ataque con rayados y destrozos dañó el histórico fuerte lo que motivó al Consejo de Monumentos Nacionales a levantar solo un informe técnico.
“Nos generaron un informe completo, estuvieron dos días haciendo estudios, donde básicamente el resumen es que tenemos que contratar un set o equipo de profesionales”, subrayó el funcionario municipal.